Acabamos este 2015 y con él, pérdidas y reencuentros: de amores, familiares y amigos. Entradas y salidas de dinero, momentos físicos, espirituales y psicológicos complicados, ... en fin, todo un año del que deberíamos hacer balance, para ser no solo más mayores, sino más sabios.
Lo siguiente que la vida reclama es continuar caminando, siempre adelante al encuentro del 2016, que, como un gran regalo de Navidad está lleno de sorpresas aún por descubrir, muchas de las cuales te vendría bien estar preparado para afrontar, por eso aquí tienes mi propuesta: